Mayo del 2002
Como de costumbre nos reunimos en la Shell de Av. Tobalaba con Av. Bilbao a las 10:30 AM. Al igual que en otras ocasiones, estuvimos ahí un rato intercambiando palabras, datos de repuestos, ¿Dónde consigo tal y cual cosa? En fin lo de siempre.
Los mas experimentados saben exactamente donde conseguir muchos repuestos que uno jamás conseguiría o nos llevaría mucho tiempo y dolores de cabeza poder encontrarlos.
Luego de haber terminado la sección de “chismes” emprendimos rumbo hacia el cerro San Cristobal, lugar emblemático de nuestra ciudad. Como siempre en el camino la caravana de Isettas robó la atención de todos los transeúntes.
El cerro San Cristóbal es conocido por la Virgen que se encuentra en la cima del mismo. Basta con alzar la vista desde cualquier sector de la capital para divisarla allí.
Nos dirigimos hacia el norte por Av. Tobalaba, pasando por El Golf y Pedro de Valdivia Norte, llegando al Parque Metropolitano, lugar donde entre otros atractivos se encuentra el Cerro ya mencionado. Además podemos encontrar
el Zoológico, también es un lugar elegido por los deportistas ya que tiene muchos senderos que suben y bajan a lo largo y ancho del cerro. Sin duda uno de los atractivos mas grandes es el funicular, en el cual se puede subir desde la base del cerro hasta la cima del mismo.
La subida al cerro es siempre una prueba de fuego para nuestros autos, al igual que la bajada en donde se pone a prueba los frenos. Esta vez salieron todos airosos.
Una vez en la cima decidimos parar a tomar el famoso “mote con huesillo” que no tiene palabras para ser descrito, tendrían que probarlo ustedes mismos.
Desde la cima del cerro se tiene una vista de todo Santiago, lamentablemente no siempre se puede ver mucho debido al smog. Pero hoy tuvimos suerte.
Febrero del 2002
Este paseo a la Quinta Región surge a raíz de la invitación de Christian Morgado dueño del prestigioso Servicio Técnico Automotriz de Viña del Mar y la cadena de comida rápida Mc Donald. Christian también tiene una Isetta a punto de renacer.
El viaje de ida estuvo cargado de aventuras, ya que un grupo partió el día anterior por la Autopista del Sol para encontrarse al día siguiente en el cruce de Casablanca con el grupo que salía desde Santiago, desde este último punto sólo salió Carlos Lillo con su súper Isetta 1958, en un viaje que duró aproximadamente 3 horas 1/2 producto de la demora en encontrarnos.
Llegamos a Viña del Mar donde la expectación de los transeúntes fue mayúscula al ver a cinco Isettas impecablemente restauradas camino hacia el Mc Donald de Viña del Mar donde nos estacionamos. En ese lugar estaba preparado un escenario para recibirnos con hamburguesas y bebidas para todos los integrantes de la caravana. Posteriormente invitamos a los niños que estaban en el Restaurante a dar una vuelta por la avenida Perú y San Martín, lo que atrajo a mas personas para ver estos «bichos raros» que muchos no habían visto nunca.
Cuando llegó la noche un grupo se fue a probar suerte al Casino y otros a dormir, al día siguiente nos fuimos en caravana a recorrer Valparaíso y sus avenidas.
Nos sacamos una foto histórica donde se aprecian las Isettas al lado de un Trolebús, luego de estas fotos y paseos por el puerto regresamos a Santiago.
En la ruta surgió el primer inconveniente, saliendo del túnel Zapata en la bajada se le cortaron los frenos a Carlos Lillo, quién demostrando su experticia en el manejo logró detener la Isetta al lado de un terraplén de arena. Debido a esto amarramos la Isetta al camión de apoyo de Arturo Casorzo quien ya llevaba en panne la Isetta canario de Sebastián, transcurridos unos metros de remolque, se salió la rueda trasera de la Isetta por lo tanto debimos detener la caravana y reparar la falla. El problema fue que se había salido la tuerca del eje. Colocada la tuerca y afirmada la rueda se recuperaron los frenos y Carlos Lillo continuó viaje sin novedad hasta su casa al igual que René Viancos, Isabel Uribe, Arturo Casorzo, Marcelo Ginestar, Aldo Schnaidt. Como se darán cuenta fue un viaje inolvidable.
Fotos: Carlos Lillo