26 de marzo de 2011
“Fui invitado al bautizo del “Huevo” de Isidora, hija del Presidente del Club, que me eligió como el padrino de su Isetta, lo que acepté con gusto. Así podría nuevamente andar en Isetta cuando la sacaran a pasear.
La ceremonia convocó a todos los socios del Club. Partió todo bien y al momento del tradicional bautizo, que consiste en romper un huevo crudo en la cabeza de Isidora, me lo rompieron a mí, deslizándose la clara y yema por mi ropa, cuello y espalda. La sorpresa fue mayor cuando Isidora se para y me entrega las llaves de la Isetta. Yo le comento que tiene que dar la primera vuelta con su papá y ella me dice: No tío, el Huevo es suyo.
Este Huevo es el resultado de dos años y medio de trabajo arduo y silencioso de parte de todos los socios para devolverme mi Isetta, que con tanto dolor tuve que vender hace tres años”.
Estas son las palabras de nuestro querido amigo y socio Carlos Lillo, cuyo dolor al tener que vender su Isetta alineó las estrellas para realizar este milagro de voluntades y amistad.
A continuación les compartimos un antiguo video con el resumen de este sueño imposible hecho realidad:
¡Gracias Carlos! por el milagro que generaste.