El Club de Isettas de Chile es fundado, el 20 de enero de 1996 por Alejandro Morales Alcaíno. El objetivo del Club es preservar estos vehículos, que por sus características constituyen un importante valor histórico, social y cultural.
El punto de reunión mensual, el segundo domingo de cada mes, en la Shell ubicada en la intersección de las avenidas Bilbao y Tobalaba en la comuna de Providencia, Santiago de Chile.
Para este objetivo el Club fomenta la recuperación, restauración, mantención y protección de las Isettas. Promoviendo el interés y valoración de la comunidad hacia estos vehículos a través de eventos patrimoniales, actividades benéficas, medios de comunicación, asociación con instituciones y otros clubes de automóviles antiguos, que apoyen estas actividades.
Nos llenan de orgullo muchas cosas que hemos realizado como Club, pero sin duda las 6 más importantes son:
- Rescatar del óxido y del olvido las Isettas en Chile, para darles el valor y reconocimiento que se merecen en la historia de BMW y en la memoria colectiva de los chilenos.
- En mayo del año 2000 edición de el primer número de “El Colesterol”. Revista digital, distribuía por email, que contribuyó a dar a conocer las actividades de nuestro Club y compartir información técnica entre los Hueveros del mundo.
- En abril del año 2001 crear el sitio web: www.isetta.cl, que reemplazó a El Colesterol, transformándose en el primer sitio web en español sobre Isettas en el mundo.
- Los inolvidables casi 1.000 kilómetros de entusiasmo heroico subiendo la cordillera de Los Andes a 3.209 msnm, para hacer realidad la utopía de unir ¡en Huevo! Santiago de Chile y Mendoza, Argentina, de ida y vuelta.
- El extraordinario evento, a la altura de nuestros sueños y de la marca, para celebrar los 50 años de la primera Isetta fabricada por BMW. Jamás en Chile se había dado una cobertura de medios tan grande a un evento de este tipo y sólo gracias a nuestro entusiasmo y financiamiento.
- Haber podido regalarle a uno de nuestros socios un Huevo y devolverle su alegría, después de que se vio obligado a tener que vender el suyo.
Hoy después de 20 años hemos madurado como Club (aunque seguimos siendo unos niños desordenados cuando vamos al volante) y pasamos de ser un club de autos clásicos, a un grupo de entrañables y sanos amigos en torno a nuestras Isettas. Somos una docena de Hueveros herméticos, porque cuidamos nuestro nido como un gran espacio y tesoro; por lo que pertenecer a él requiere de un selectivo, largo y riguroso período de incubación.
El reconocimiento a cada uno de ellos y sus familias, porque sin ellos no habría nada que escribir. Gracias Amaya, Carlillo, Jorge, Walter, tío José Miguel, Peiro, Gonza, Tomy, Matías, Sergio, Javier, Cristián, Gabriel y por supuesto a Gastón, a quién acompañamos en su último viaje, pero que siempre está entre nosotros.